Esta era la sorpresa que le teníamos guardada a Alejandro desde hace más de un mes. Sólo lo sabíamos Isabel y yo para evitar "filtraciones"... que ya sabemos lo dificil que es para algunos guardar un secreto.
Nos lo hemos pasado genial. Al principio Alex estaba un poco agobiado -el campo y los alrededores estaban a rebosar de gente y daba un poco de miedo- pero luego se ha integrado estupendamente y ha acabado gritando y discutiendome las jugadas.
Isabel y Laura se han quedado en el hotel disfrutando de las piscinas y viendo el partido por la tele... y parece que Laura lo ha "vivido" también de lo lindo pegando gritos cada vez que veía a Puyol o Villa.
Los dos hemos acabado agotados pero ha merecido la pena y, si podemos, lo repetiremos.