07 enero 2013

Llegaron los reyes

Los Reyes Magos tuvieron ayer mucho trabajo; entregar tantos regalos por todo el mundo no debe ser nada sencillo así que es lógico que de vez en cuando necesiten descansar un rato. Debe ser por eso que nos los encontramos en el bar cuando fuimos a cenar con los primos.

Baltasar siempre ha sido el más majete de todos y como veis en la foto era el que más contento estaba... tanto, que hasta parecía "desteñir".

Pero parece que después pudieron hacer bien su trabajo y dejaron regalos para Laura y Alejandro (y hasta para Isabel y Vicente). Parece que se está convirtiendo en una costumbre que algún regalo de Laura aparezca en la cocina... esta vez ha sido la bicicleta.

Como podéis ver, ya la ha estrenado y parece que no se le da mal del todo. Al principio ha tenido algún que otro problemilla para ponerse en marcha pero Alejandro se lo ha solucionado cambiándole la marcha que llevaba en el manillar... porque esta bici ya lleva marchas.

A Alejandro también le han traído lo que había pedido: un quimicefa (los Reyes no han debido encontrar el "bueno" y han traído otro parecido), una figura del cuerpo humano con el esqueleto y los órganos, un Lego, el libro Guinness de los récords... vamos, bastante completito todo.

 

04 enero 2013

¡Hemos estado esquiando!

Después de haberlo intentado otros años, por fin éste hemos conseguido pasar una semana en Andorra.
Laura y Alex se apuntaron a un curso de cinco días para principiantes y el tercero ya estaban bajando pistas rojas... bueno, era una pequeñita que había cerca de la escuela de esquí pero era roja al fin y al cabo.
Isabel se suponía que no iba a necesitar curso y se dedicaría a disfrutar de las pistas de Soldeu haciendo tiempo mientras los niños acababan su clase diaria, pero la cosa no fue demasiado bien el primer día y acabó apuntada a otro curso para "medio-principiantes". Así que el Vicen se pasaba las mañanas solito por la montaña... buscando las wifis de las cafeterías.
Cuando todos acababan sus cursos ya era casi la hora de comer así que descansábamos un rato (¡¡¡y nos quitábamos las botas!!!) y luego, a partir del tercer día, bajábamos todos juntos hasta el pie de la estación por la pista "Os" que tiene casi 2 kilómetros y es bastante sencilla (azul).
Las tardes las pasábamos descansando en el hotel que estaba genial y tenía un Kids club fantástico donde Alex y Laura se lo pasaban de miedo jugando con otros niños. Todos los días menos uno que fuimos a Caldea a disfrutar de las piscinas de agua caliente, fría y congelada...
A ver si podemos encontrar otra semanita este año y nos volvemos a escapar a la nieve.